RUBI
Las primeras noticias que se tiene de esta piedra datan de
hace 2500 años atrás en Sri Lanka cuando se le atribuía poderes místicos, como
llevarlo de bajo de la piel para protegerse de accidentes y ataques, poderes
proféticos que se realizaban debido al cambio de color de su piedra, era
considerado por los hindúes como el “Ratnaraj” o “Rey de las piedras
preciosas”.
Su explotación, hoy en día se da en diversos países como
Kenia, Vietnam, Tanzania y Sri Lanka, pero los mejores se extraen del Valle de
Mogok en Birmania.
Lo bueno de estas piedras es que no presentan hendiduras lo
que dificulta la posibilidad de esquebrajarse. Su color varía en tonalidad,
como las oscuras de África o las muy extrañas rosadas cuyo valor es muy
superior a las tradicionales.
Para poder observar un Rubí es importante tener diferentes
tipos de luz, ya que determinar su color original puede tomar un tiempo
indefinido, y las variaciones de luz ayudan a conocerlo mejor. Para valorar su
simetría es necesario colocarlo boca arriba y hay que considerar su belleza en
conjunto.
Manteniendo la tradición histórica con el Rubí, hoy en día
también se le atribuyen características sobrenaturales a estas piedras, como
las siguientes: inteligencia, honor, progenie, impotencia, pérdida de cabello,
pérdida seminal, la visión, el apetito, diabetes, problemas mentales, la
debilidad y miedos. También ahuyenta los a los malos pensamientos, la tristeza
y atrae la suerte, el amor y el buen humor. Abre el chakra del plexo solar, del
bazo y del entrecejo.
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