miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL FRACASO DE LAS EMPRESAS


EL FRACASO DE LAS EMPRESAS


Por que fracasan las empresas?, esta es una buena pregunta que a través del paso del tiempo muchos especialistas en la materia, economistas, expertos financieros, y muchos autores relacionados con el tema se han encargado de estudiar el fracaso de las empresas y han llegado a la conclusión de que las causas pueden ser muchas atribuidas a problemas de mercado, crisis financiera, políticas gubernamentales, mala administración etc.

La realidad de las cosas es que cotidianamente vemos como muchas empresas se debaten y luchan por su sobrevivencia en un mundo cada día mas competitivo, la velocidad con que se desarrollan los mercados, el avance tecnológico que ya no es patrimonio de unos cuantos hace que cada día nazcan mas amenazas a los nichos de mercado que antes se consideraban inexpugnables.

Al tratar de ahondar más en el tema del fracaso de las empresas vemos que lo dicho por el autor del Best Seller “Padre Rico Padre Pobre”, Roberto Kiyosaki, que “ Toda Inversión es un Plan” se convierte en una premonición inmensurable para el futuro de muchas empresas que nacen sin la previsión de un plan y por lo tanto ponen en riesgo la inversión condenándola al fracaso desde el mismo inicio. Una inversión sin un plan es como construir un barco invirtiendo grandes recursos y cuando está construido darnos cuenta que el sitio donde lo construimos no nos permite botarlo al agua, que el dique esta seco y por tanto el barco no puede navegar. O como que soltemos el barco a la deriva sin rumbo cierto sometido a los caprichos de la naturaleza y arrastrado por las corrientes sin direcciona alguna, con la certeza de encallar o ser destruido contra las rocas al ser empujado por las corrientes marinas. De igual forma así las empresas que nacen sin un plan, es una aventura hacia el fracaso y la ruina.

Pero porque no planificamos? Si sabemos que necesitamos un norte y que hasta en la más elemental escuela de negocios se dice que debemos planificar el rumbo que debemos de tomar, planificar es construir el futuro, entonces porque no planificamos?. Es una pregunta sensata, y esta relacionada con la característica del ser humano, de que tenemos miedo de fracasar y de reconocer nuestros errores, tenemos miedo de encontrarnos con una realidad que no queremos ver y es por eso que mejor preferimos aventurarnos, nos asustamos de los resultados de una planificación, vemos de que no tenemos los recursos que se requieren, de que no tenemos el personal adecuado, de que no estamos en el lugar correcto o que nos hemos metido al negocio equivocado. Y como no queremos aceptar nuestra realidad entonces preferimos ocultar la cabeza en el hoyo como hace el avestruz cuando se siente amenazado.

Otros con excesiva confianza y demasiado optimismo egocéntrico, hacemos planes irreales basados en supuestos que no son veraces como suponer una amplia base de clientes y posibles compradores que solo están en nuestra cabeza, a como dicen hacen números chinos, o sea se imaginan que están en el mercado de china donde hay millones de potenciales clientes y que con solo que atiendan una ínfima parte de ese mercado los números y estadísticas financieras le arrojan resultados excelentes. Pues eso es una falacia y no tener puestos los pies sobre la tierra.

A como dice Kiyosaki, que todo negocio exitoso se ve desde el comienzo, incluso antes de que nazca, cuando se hace una planificación concienzuda y bajo toda prueba arroja resultados positivos. No podemos cerrar los ojos ni aventurarnos en proyectos que más bien nos van a desgastar, a despilfarrar los recursos y ahorros económicos por no tener una buena previsión.

Otra razón fundamental para el fracaso es la Administración ineficiente que traduce en desperdicio y un mal uso de los recursos, una operación deficiente con el consecutivo resultado de productos con alto índice de rechazos, mala calidad e insatisfacción del cliente. La administración ineficiente nace en una falta de planificación de su estructura organizativa, de la falta de definición de las responsabilidades, de la duplicidad de funciones, de la falta de manuales de procedimientos, falta de controles administrativos y financieros, falta de controles internos, falta de control de los recursos y el consecutivo desperdicio de materiales y excesivo gasto, haciéndola caer en un círculo vicioso de que los costos y gastos aumentan aceleradamente y en desigual proporción en que disminuyen las ventas por la falta de atención al producto y a los clientes. Es como querer llenar un recipiente con agua sin taparle los agujeros por donde se filtra y se derrama el agua que vertimos, pues el esfuerzo es doble para tratar de mantener el equilibrio y nos rendimos en el intento.

Cuando las empresas arrojan resultados negativos o sea que la empresa está operando con pérdidas, esto significa que la empresa se está comiendo sus recursos, está consumiendo su capital, en otras palabras la empresa se está desangrando. Y que es lo que pasa cuando uno se desangra, pues se debilita y el organismo ya no responde de la misma forma hasta que colapsa, se muere.

La falta de una administración con experiencia puede hacer que se tomen decisiones incorrectas con resultados catastróficos como la obtención de grandes pérdidas económicas, perdida de la confianza de los clientes, perdida de oportunidades del mercado y así sucesivamente hasta que llegamos al fracaso. Con los resultados de la empresa no hay que jugar y desde el comienzo la administración tiene que tomar medidas acertadas para poder equilibrar los resultados de obtención de utilidades, satisfacción de los clientes, empleados motivados con su trabajo y un alto desempeño con buenos rendimientos.

Otra de las causas del fracaso de las empresas es la falta de Capital. Pero la falta de capital se debe a la falta de una previsión o de una correcta planificación, si se sabia cual era el capital requerido para funcionar correctamente y sin problemas de iliquidez, entonces porque no se previo. La falta de previsión de capital nos lleva a que tengamos que deterner las operaciones de la empresa a mitad del camino, o que tengamos que dejar inconcluso los proyectos por la falta de recursos o que no podamos llegar y colocar el producto donde el cliente lo requiere dejando de atender el mercado y entregándolo en bandeja a la competencia. Un negocio sin capital es como un vehiculo sin combustible, o como que un avión no lleve el combustible necesario para llegar a su destino, pues si un avión se queda sin combustible se desplomara a mitad del camino.

Resumiendo lo planteado anteriormente llegamos a la conclusión de que toda inversión es un plan, que todo se traduce en tener el plan adecuado, concienzudamente estudiado y no aventurarse innecesariamente.


William Pavon
Ocotal 23 de Dic. Del 2009

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