martes, 27 de noviembre de 2012

¿Por qué somos infieles?


¿Por qué somos infieles?

A pocas personas les gusta que sus parejas le sean infieles. Sin embargo, las estadísticas señalan que la infidelidad, ocasional o recurrente, es bastante frecuente, lo que nos hace preguntarnos: ¿por qué somos infieles? ¿son más infieles los hombres que las mujeres?

Este tema ha sido planteado en numerosas ocasiones. Y se ha saldado siempre atribuyendo a nuestra 'naturaleza' que tendamos a la fidelidad o que seamos infieles. Lo cierto es que en la Naturaleza se encuentran ejemplos de toda clase de fidelidades sexuales.

Existen animales que se emparejan y cuidan de los retoños sólo con un miembro de su especie, otros que tras la fecundación se desentienden del otro, otros que cuidando a la prole no dejan de tener relaciones sexuales con otros, etc. Entre nuestros parientes los chimpancés, la promiscuidad parece ser la guía de machos y hembras. Según parece es porque eso facilita la transmisión de los propios genes y evita que otros atenten contra los cachorros (al no estar seguros de que no sean suyos).

Sin embargo, por esas mismas razones (asegurarse la transmisión genética y económica a los hijos propios), los humanos han determinado que las parejas sean fieles entre sí. Aunque no en todos los grupos humanos.

¿Qué es lo que sucede realmente de forma espontánea entre los humanos: la fidelidad o la infidelidad?

En busca de la pareja definitiva Salvo que las normas sociales sean muy estrictas en impedirlo (y suelen serlo en diferentes sentidos), hombres ymujeres tienden 'por naturaleza' a experimentar con varias parejas hasta que en un momento dado encuentran una a la que consideran definitiva. A parte, la tendencia femenina es tener algunas parejas más antes de la 'definitiva' que los hombres.

El comportamiento es muy similar en los dos sexos: en ambos casos, tienden a seleccionar miembros del otro sexo (o del propio) físicamente atractivos para las relaciones más o menos ocasionales, y a otros con atributos más relacionados con la estabilidad y el compromiso en el cuidado de la prole para emparejarse “definitivamente”.

Los estudios existentes parecen decir que pese a la igualdad en este tipo de comportamiento, en las mujeres existe una tendencia a buscar esta pareja definitiva antes que los hombres (aunque se muestren abiertamente promiscuas en el empeño). Quizás, debido a una conciencia biológica de que los hijos deben tenerse de jóvenes, quien sabe.

Existe otra observación que no puede olvidarse. Cuando se han estudiado grupos humanos que conviven en condiciones de aislamiento sobrevenido (náufragos, tripulantes experimentales de balsas oceánicas como Ácali, etc.) todos ellos tienden a ser menos promiscuos de lo esperado y buscan emparejamientos; aunque mantengan contactos sexuales con otros por falta de respuesta de la otra persona.



Pero, quizás, esa búsqueda de emparejamiento definitivo tenga poco que ver con la sexualidad recreativa y esté más relacionada con la reproductiva. Porque lo cierto es que, incluso entre parejas bien avenidas, es posible que uno de sus miembros o los dos sientan la necesidad de relacionarse esporádicamente con otros. Otra cosa es que lo hagan por influencia de los frenos sociales).


Necesidad de variedadLa infidelidad está relacionada con la necesidad de tener variedad, porque larepetición aburre con el paso del tiempo. Cuanto menos importante sea esa necesidad, menos probabilidades habrá de infidelidad.



Esa necesidad de variación es propia tanto de hombres como de mujeres, aunque esté motivada por razones diferentes en unos y otros. Lo que no se sabe si esa diferencia es social o intrínseca. Una cosa es cierta: los hombres sobrevaloran el número de conquistas extraconyugales, mientras que las mujeres las esconden.

Hombres y mujeres ante la infidelidad Cuando se analiza el comportamiento sexual humano, algunos estudios encuentran que los hombres suelen buscar, y desear, variación en las personas, aunque sea para hacer lo mismo.

Quizás por eso tiendan a consumir, en general, más pornografía que lasmujeres; porque les ofrece variedad de personas (rostros) aunque todas hagan las mismas cosas una y otra vez. Y, quizás, también, busquen relacionarse con otras personas por la diferencia que eso les supone.

Las mujeres suelen desear y buscar la variación, no tanto en las personas, como en el tipo de actividad sexual que practican; aunque sea la misma persona la que la practique.

Quizás por eso, porque es la actividad sexual en sí y no la persona lo que les excita, se excitan incluso contemplando la cópula de unos chimpancés, como han mostrado algunos estudios, cosa que no sucede con los hombres.Cuando ellas buscan relacionarse con otras personas lo que desean es que les ofrezcan actividades sexuales que no practican habitualmente en sus casas. No buscan a otra persona sino otras practicas sexuales.



Terra España

http://www.terra.com/mujer/articulo/html/hof123504,2.htm

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