martes, 8 de julio de 2014

LA VELOCIDAD EN LOS NEGOCIOS

LA VELOCIDAD EN LOS NEGOCIOS

En estos tiempos todo parece andar más de prisa que antes y en efecto, no se equivoca, desde que estamos en la Era de la Información, donde todo se comunica en cuestión de segundos de un lugar del mundo a otro por la internet, tenemos la posibilidad de conocer al instante lo que está sucediendo en uno u otro lugar. Esto lo vemos día a día a través de las noticias, como CNN nos mantiene informado del acontecer mundial y nos hemos acostumbrados que esto ya nos parece normal. Con solo echar una mirada al canal de televisión con las noticias internacionales nos estamos enterando de lo que está sucediendo en el mundo el día de hoy.

De igual forma sucede con los negocios, se están moviendo a una velocidad vertiginosa que nos quedamos sorprendidos como están cambiando los modelos de los equipos celulares rápidamente, la forma en que nos comunicamos, disfrutamos de las ventajas de la tecnología y al alcance de la mano, los precios a nivel mundial se están equiparando y a veces ni nos da tiempo de asimilar una tecnología cuando ya tenemos en nuestras manos la siguiente generación. Esto sí que es maravilloso y bueno para el público consumidor, porque sabe que esa dinámica de los negocios lo está beneficiando y está disfrutando de una mejor comodidad y confort.


Pero no todos estamos viendo esta situación, ya el dicho de que los grandes se comen a los chicos se ha cambiado por otro como dice Jason Jenning y Laurence Haughton en su libro titulado “No son los grandes los que se comen a los pequeños…. Son los veloces los que se comen a los lentos”. En una lectura muy amena nos dice la imperiosa necesidad que tienen las empresas de cambiar su visión de los negocios. La velocidad no estriba en hacer más rápido las cosas, sino en procurar llegar lo más pronto posible al mercado, de colocar nuestro producto primero que los otros y evidentemente que esto presupone quitarnos la arterosclerosis que tenemos, quitarnos de encima la burocracia y organizarnos de tal forma que nuestras ideas no solo queden en eso, ideas, se necesita actuar aceleradamente y con un propósito en mente.

El tiempo es oro, cada día que pasa y nuestra presencia no está en el mercado estamos perdiendo oportunidades, estamos perdiendo dinero, dinero que necesitamos para subsistir, ampliar nuestras instalaciones, enfrentar las crisis, pagar a nuestros empleados. De lo contrario el dinero no llega y comenzamos a ver cómo nos vamos diluyendo en un mar de problemas económicos, que si no reaccionamos quedamos fuera. Los negocios tienen vida, son dinámicos y el alma y nervio somos nosotros los impulsores, los que no nos detenemos y con una mirada crítica escudriñamos el lastre que nos está deteniendo o haciendo más lento nuestro andar.

Las empresas dinámicas tienen una cualidad y es su capacidad de prever, de ver el futuro, de detectar las tendencias del mercado y del negocio en que estamos metidos, es generar ideas de cambio en beneficio de nuestros clientes y no dilatar el proceso desde que nace la idea, es procesada, analizada, validada y puesta en marcha hasta hacerla llegar a los clientes en forma de producto. Hay quienes tienen buenas ideas pero se demoran demasiado en procesarlas y cuando quieren llevarla a la práctica descubren que ya otros se nos adelantaron.

Recuerda que ahora “No son los grandes los que se comen a los pequeños…. Son los veloces los que se comen a los lentos”.

William Pavon

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