jueves, 20 de octubre de 2016

¿Cuándo renunciar a mi trabajo?


¿Cuándo renunciar a mi trabajo?





"Me gusta lo que hago, pero no me gusta el lugar donde trabajo", "Siento que lo que hago en mi empleo no es valorado", "Mi sueldo es muy inferior al del mercado laboral"... ¿Te suena familiar?

Renunciar a un empleo suele ser un tema complicado. En general puede suceder que estemos bien en un empleo pero nos surja una mejor posibilidad laboral desde el punto de vista económico o desde lo profesional en cuanto a la tarea que estaríamos desarrollando en uno y otro empleo.

Sin embargo, se deben analizar muy bien los distintos aspectos que llevan a tomar una decisión de este tipo y no apresurarnos. Sin embargo, esto siempre va a estar pautado por las características contextuales de tal decisión.
Nunca va a ser lo mismo quien renuncia porque tiene una mejor opción, que quien lo hace porque en donde se encuentra se siente mal por diversas razones. Éstas pueden ser que, por ejemplo no le estén compensando satisfactoriamente su trabajo, tanto económicamente como desde el punto de vista del reconocimiento que pueda estar recibiendo por su tarea; así como por la desmotivación que pueda sentir por las tareas que realiza, o simplemente por el disgusto de estar en un mal ambiente laboral o tener malas relaciones con los compañeros o jefes.
A continuación, encontrarás algunas señales que indican cuándo es el mejor momento de buscar un nuevo empleo:

La relación con tus compañeros es mala. Debemos admitirlo, no todas las personas se llevan perfectamente bien. Sin embargo, es necesaria la armonía con los demás para poder hacer tu trabajo.

El ambiente es insoportable. Todas las personas experimentan altibajos en el trabajo, pero el descontento puede también ser señal de un ambiente de trabajo crónicamente depresivo o incluso de una empresa en peligro. Un mal ambiente de trabajo refleja la cultura de toda una empresa. ¿Trabajas en una atmósfera que no te aporta nada para tu crecimiento? ¿Te has estado quejando durante años seguidos?

No te proyectas. Si el actual empleo no te deja avanzar hacia tus metas ni te ofrece perspectivas a corto, mediano o largo plazo, es mejor cambiar a otro empleo que te ponga en un camino más claro.

Te sientes mentalmente exhausto. El estrés puede causar una disminución de la moral, bajar la productividad y provocar apatía por el trabajo. Además, puede extenderse a tu vida personal e incluso producir un efecto negativo en tu salud.

No te llevas bien con tus superiores. Ser jefe no da derecho a hacer lo que uno quiera, porque hasta el mejor de los trabajos puede transformarse en un infierno. La relación con tu supervisor desempeña una importante función en tu satisfacción y éxito profesional en general. Si trabajas para alguien que está siempre ausente, no disponible o no es confiable, es hora de buscar una mejor oportunidad.

Miras el reloj cada 10 minutos. Si bien puede no gustarte trabajar, es aún peor si te aburres mientras estás allí. No sentir ningún desafío es una indicación de que necesitas responsabilidades adicionales o un cambio de función. Y no te descuides, porque si no tienes ninguna responsabilidad es posible que la gerencia esté intentando desplazarte y puedes correr el riesgo de perder tu trabajo.

No te respetan. Tus ideas no se toman en serio; no tienes oportunidades de crecimiento; el jefe te ignora; tus compañeros de trabajo te evitan; no te alientan para mejorar tus aptitudes con cursos o seminarios; te pasan por encima en las promociones una y otra vez; o te excluyen de los proyectos clave y las sesiones de estrategia. Entonces, ¿por qué sigues dándole a esta organización tu tiempo, energía y buenas ideas?

Nadie se comunica. Aunque vivimos en un mundo completamente conectado (e-mail, celulares) igualmente puede haber una total falta de comunicación. Ya sea que un compañero de trabajo no te responda a un correo, o que el gerente no transmita los objetivos de la compañía. Esto puede costarte una cuenta, un cliente o hasta hacer que te despidan.

No eres valorado. Debes darte cuenta de que mereces tener crédito por tus éxitos. El reconocimiento es importante, y las buenas compañías implementan programas para que los empleados sepan que son valorados. ¿Tu empresa está haciendo algo para recompensar tus esfuerzos? ¿Recibes bonos, beneficios extra o comentarios positivos? Si tu jefe nunca ha oído nada sobre el reforzamiento positivo verbal, o de otro tipo, busca una compañía que valore tus talentos.

Te sientes ahogado. La cantidad de tiempo que pasas trabajando, las condiciones laborales, los supervisores y los subordinados, todo puede tener un impacto positivo o negativo. Si detestas el tiempo que pasas en el trabajo, esto debería ser un claro indicador de que es hora de liberarte.

“Al considerar lo que no te gusta de tu situación actual, deberías obtener una perspectiva de qué es lo que buscarás en tus futuros emprendimientos. Si sabes cuáles son tus prioridades y preferencias, y las buscas activamente, el trabajo puede ser una experiencia agradable”, dice Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México.

http://noticias.universia.net.mx/en-portada/noticia/2012/02/10/910773/renunciar-trabajo.html