viernes, 3 de junio de 2011

LA PREPARATORIA EN KIEV




LA PREPARATORIA EN KIEV

Estábamos hospedados en un edificio de cuatro plantas y grande, de extremo a extremo ocupaba una cuadra completa. El edificio era bastante sencillo de color crema, parecía un gran cajón sin matices arquitectónicos y con muchas ventanas, por lo visto fue construido en los años cincuenta y para esta época se miraba bastante viejo, no tenia muchas comodidades. Creo que fue diseñado en la época después de la segunda guerra mundial. El primer piso contenía una entrada amplia en la cual había una estancia con muebles, en un extremo un busto de Lenin en el otro extremo una foto del gobernante de turno Leonid Brezniev. La foto era grande y estaba adornada de tal forma que mas bien parecía un altar de algún santo.




Unas cortinas hermosas de terciopelo adornaban las dos grandes ventanas y enfrente de la entrada cuidada por una señora con cara de pocos amigos, de lentes oscuros y bastante gorda que todo mundo llamaba “BAXTIORA”. En un inicio pense que ese era su nombre pero después supe que baxtior en ruso significa portero. En el primer piso había una sala de conferencias, un cafetín estudiantil, habitaciones, una sala de estudio y unos cuartos ocupados como bodega. En los pisos superiores eran destinados exclusivamente para habitaciones estudiantiles y estaba compuesto por un largo corredor que daba de lado a lado y en los extremos había unos ventanales grandes protegidos con verjas sencillas y corroídas. Recuerdo lo chistoso que me parecía ver esos corredores de los pisos, lleno de puertas en sus costados y entrando y saliendo por ellas muchos estudiantes de todas las nacionalidades, desde rusos, ucranianos, chinos, vietnamitas, coreanos, africanos, latinos, hindúes, afganos, etc., me daba la impresión de estar en la torre de babel señalada por la Biblia.





Los cuartos eran pequeños y no tenían baños, los baños para ducharse se encontraban en el sótano y en los extremos de los pasillos se encontraban los retretes, un solo local que tenía varios compartimentos pequeños y que en ellos en vez de inodoros o retretes, había una baldosa con un orificio en el centro, a la par de cada orificio había un relieve con la forma de huella para los pies y en un costado una cadena que colgaba para descargar el agua .Bastante extraños para nuestra cultura occidental, pero muy higiénicos desde el punto de vista práctico.





Cada habitación tenia un radiador cerca de la ventana que en un inicio me llamo la atención, no sabia para que se podía utilizar un radiador en las habitaciones y claro después me di cuenta que era para la calefacción. Había también otra cosa muy particular, muy interesante y es que cada cuarto tenía un radio de pared que sintonizaba una única estación de radio y durante todo el día sonaba música clásica, y como era de esperar nosotros los estudiantes latinos la bautizamos como radio tortura.







Poco a poco fuimos llegando los nicaragüenses que poblamos aquel albergue ese año y nos fuimos conociendo uno a otro, más que por nuestro nombre de pila, por el sobrenombre o apodo con que nos bautizaban en ese lugar. Todos los nicaragüenses fuimos distribuidos en pareja y si mal no recuerdo en la primera habitación comenzando desde el final del pasillo se encontraba Pepito con el Indio Julián, luego el Play con Enrique, Patamushta y yo, Sergio Cara de Komnata con el Risitas, La Morsa con Chibolon II, Chibolon I con Patricio.
Este primer año fue terrible.


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Extracto del libro "EVOLUCION Y VIVENCIA EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO XX" DE William Pavon

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