miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Qué es ser responsable?


¿Qué es ser responsable?

La responsabilidad es la capacidad de las personas de prever, conocer y
aceptar las consecuencias de sus actos. Ser responsable es ser conciente de
las propias obligaciones y estar dispuesto a obrar en consecuencia.
Esto, através del uso, a veces cae en una visión negativa que asocia la
responsabilidad con la culpabilidad (aunque en algunos casos sea acertado).
Sin embargo, el sentido que deseo darle en esta ocasión se relaciona con la
habilidad que poseemos los seres humanos para hacernos cargo de
nuestras acciones y lo asocio ampliamente con el autocuidado de la salud.
Entonces, abandonar la responsabilidad de cuidar mi cuerpo y mi espíritu o
culpar a otros por decisiones y acciones que deberían ser propias, se
transforma en un obstáculo para alcanzar el bienestar, porque nadie puede
tomar mejores decisiones sobre la propia vida que uno mismo.

Tal vez no esté seguro sobre qué es lo mejor, pero nadie estará en mejor
posición que yo para buscar información, experimentar, descubrir lo que
quiero y actuar en consecuencia. Así, más allá de las propias limitaciones,
aceptar que la responsabilidad recae en uno mismo es un gran desafío que
merece ser vivido. Y digo desafío porque ante cualquier situación de la vida,
todos podemos responder del modo en que elijamos y esa respuesta
marcará lo que la vida nos ofrecerá en el siguiente paso.

Si la respuesta fue adecuada, si funcionó, nos lleva un paso más cerca de
nuestro objetivo. Aceptar esto nos hace responsables, desde el lado positivo
de la palabra. Si su salud depende, en gran parte, de las medidas de
prevención que tome, de cuidar su alimentación, de realizar ejercicio
regular, de mantener un peso adecuado, de dormir bien, de beber con
moderación, de no fumar, de hacerse chequeos regulares, de tomar los
remedios, verá que todos son aspectos que dependen de las decisiones que
cada uno haga respecto de su estilo de vida. Ni más ni menos.

No es mamá, ni papá, ni el jefe, ni la suegra, la persona responsable.
Somos nosotros mismos. Más allá de lo que sucede en el mundo exterior
–que poco tiene que ver con la forma en que respondemos a decisiones más
simples y cotidianas– es necesario aprender que si cada uno actúa con
responsabilidad y acepta que tiene que cuidar de sí mismo, elige lo que le
rodea y lo acerca un poco más a su objetivo.

Como ve, la actitud hacia la vida es clave para el logro de las metas, y
marca a las personas en dos categorías: las que hacen que las cosas pasen
y las que esperan que pasen. Si suele ser de los que esperan, lejos está de
tomar la responsabilidad , las riendas de su vida, y hacerse cargo de hacer
los cambios necesarios para crecer, para avanzar o para alcanzar un mayor
bienestar, porque quizá piense que todo eso sea una cuestión del destino o
de la suerte.

Si es de los que hacen que las cosas pasen:

• Pone atención a su salud tanto física como mental.
• Tiene un propósito definido
• Actúa en consecuencia para alcanzarlo.

Y la razón para esta actitud es simple: es responsable y, por lo tanto, tiene
la capacidad de prever, conocer y aceptar tanto las consecuencias de sus
actos como tomar las decisiones que considera apropiadas, habilidad que
pertenece a quienes trabajan para vivir mejor porque saben íntimamente
que es posible.

El camino de la responsabilidad

1. No perderé tiempo culpando a los demás. Tengo que pedir lo que
necesito y dar lo que puedo a cambio, según mis posibilidades.

2. Tendré el coraje de arriesgarme al ensayo, al error, y al fracaso
ocasional. La libertad y el auto-respeto que ganaré en el aprendizaje valen
la pena.

3. Compartir la vida con quienes se hacen responsables de su propio
bienestar porque ese tipo de personas harán que mi calidad de vida sea
mejor.

4. Perderé el miedo al éxito y al fracaso. Porque temerle a uno o a ambos
es evadir la responsabilidad de descubrir lo que tienen para ofrecerme.

5. No interpretaré los errores como una evidencia de mis defectos, porque
en todo momento intentaré enorgullecerme por mis esfuerzos.

6. No creeré que el éxito pasajero es definitivo. Porque el haber alcanzado
alguna meta no me asegura el haber alcanzado el bienestar y, en todo
caso, exigirá de mí un mayor esfuerzo para mantener los logros obtenidos.


por el Dr. Alberto Cormillot
http://www.isalud.org/htm/pdf/pdfLazos/506Qu%C3%A9%20es%20ser%20responsable-%20por%20el%20Dr.%20Alberto%20Cormillot.pdf

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