martes, 24 de noviembre de 2009

PENSAMIENTO Y CARACTER

Pensamiento y caracter *

El aforismo de que un hombre es lo que piensa, no solamente abarca la totalidad del ser humano, pero es comprensivo con que él puede alcanzar cualquier condición y circunstancias en su vida. Un hombre es literalmente lo que él piensa, su carácter es la realización de la suma de todos sus pensamientos. Así como las plantas brotan y no podrían hacerlo sin una semilla, así cada acto del ser humano brota del fondo de la semilla escondida de nuestros pensamientos, y podría no surgir si no lo hubiera. Esto se aplica igualmente a aquellos actos llamados espontáneos y no premeditados, así como todos aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Los actos florecen de los pensamientos, y las alegrías y el sufrimiento son sus frutos, así el hombre recoge lo dulce y lo amargo de su propia cosecha.

Los pensamientos en la mente nos hacen a nosotros lo que somos
Por los pensamientos nosotros crecemos y construimos. Pero si la mente humana.
Tiene pensamientos nocivos y malos, el dolor nos invade
Así como la carreta es tirada por bueyes… si uno perdura y resiste
en pureza de pensamientos, el jubilo y felicidad te seguirá
Como si fuera tu propia sombra, de seguro

El hombre se desarrolla por leyes, y no es una creación artificial, y la causa efecto es absoluto e inevitable en el realismo oculto de los pensamientos así como también en el mundo de lo visible y material. Un carácter noble y caritativo no es una cosa de favor o de oportunidad, pero es el resultado natural de un esfuerzo continuo del pensamiento correcto asociado con las buenas enseñanzas y pensamientos divinos, del mismo modo las actitudes negativas son el resultado de los pensamientos desaliñados y dañinos.

El hombre se hace o destruye así mismo, en la armería de sus pensamientos el forja el arma con la cual se destruirá así mismo, el también puede moldear las herramientas con las cuales puede construir grandes mansiones de placer, fortaleza y paz. Por la escogencia correcta y verdadera aplicación de los pensamientos el hombre puede alcanzar la divina perfección. Pero por el abuso y las aplicaciones equivocadas de sus pensamientos desciende hasta el nivel más bajo de la bestia. Entre esos dos extremos se encuentran todos los grados del carácter donde el hombre es el maestro y creador.

De toda la verdadera belleza del alma que ha sido restaurada y llevada a la luz con los años, nada es más placentero y fructífero de la divina promesa y confidencia que “el hombre es el maestro de sus pensamientos, el moldeador de su carácter, y el creador y formador de su condición, de su medio ambiente y destino”. Como una criatura con poder, inteligencia y amor, y el amo de sus propios pensamientos, el hombre tiene la llave para cada situación, y contiene dentro de si mismo la agencia transformadora y regenerativa a través de la cual puede hacer de el mismo lo que él quiere y desea.

El hombre siempre es el maestro, incluso en sus debilidades y el estado más abandonado, pero en sus debilidades y degradación el es el maestro tonto que desgobierna su reinado. Cuando el comienza a reflejar su condición y a buscar diligentemente las leyes por las cuales el ser ha sido creado, entonces el comienza a convertirse en un maestro inteligente, dirigiendo sus energías con inteligencia y moldeando sus pensamientos para fines fructíferos. Tal es el maestro consciente y el hombre puede llegar a serlo solamente descubriéndose así mismo, las leyes de los pensamientos, y su aplicación, su auto análisis y experiencia.

Solamente por la mucha búsqueda y minería es que se obtiene el oro y los diamantes, y el hombre puede encontrar cada verdad en conexión con su ser si el cava profundo dentro de la mina de su alma, y así el será el maestro de su carácter, el moldeador de su vida y el constructor de su destino. El puede infaliblemente probar si observa, controla y cambia sus pensamientos, trazando sus efectos sobre el mismo, sobre los demás y sobre su vida y circunstancias, uniendo la causa y efecto con paciencia e investigación, y utilizando cada experiencia, incluso la más trivial cada día que ocurra como un medio para obtener el conocimiento de uno mismo que es entendimiento, sabiduría y poder. Es en esta dirección y no en otra que “el hombre que busca halla y si golpea la puerta del conocimiento le será abierta” Solamente con paciencia, practica e incesante persistencia puede el hombre entrar en la puerta del Templo del Conocimiento.


*James Allen “As a Man Thinketh”.
Traduccion libre por William Pavon

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